Parece inacabable, pero no lo es, sólo estás atendiendo heridas que han estado dentro de ti desde hace tanto tiempo, sólo está saliendo lo que necesitaba salir, para aprender a cuidarte, para poner amor allí donde estás preparado para crecer en amor.
Parece interminable, pero es un proceso, es el camino de reencontrarte, de reencontrarte en ti, y hay instantes plenos en los que sientes que tocas el cielo, y otros en los que te caes al suelo y no quieres levantarte más. No te levantes, quédate allí y siente, no te obligues a estar en ningún otro lugar, no te sometas más a la exigencia de ser algo que no eres, de estar en un lugar en el que no estás, de ser algo diferente al hermoso ser que en este momento eres. Porque eres, eres hermoso ahora, con tu luz y con tu sombra, en tu proceso, con tu dolor, con tus caídas, en tu hermosa vulnerabilidad.
Quédate allí y atiéndete, quédate allí y sostén lo que estés sintiendo, estás dándote a luz, estás muriendo y renaciendo, respeta y honra tu proceso, estás sanando, liberándote, estás volviendo al amor, estás recordando amar.
