Estoy aprendiendo una nueva forma de acompañarme, estoy aprendiendo a darme lo que no me he dado, estoy aprendiendo a atenderme cuando siento, a quedarme conmigo. Y en ese aprender puedo observar que por momentos busco evadirme, que busco no afrontar lo que duele porque duele, que huyo de mis estados emocionales, que huyo de mi. Pero estoy aprendiendo, estoy practicando.
Y en este proceso he comprendido que la voluntad es esencial. Es esencial porque nos lleva a tomar acción, la acción de detenernos. Parece paradójico tomar acción para la inacción, pero en realidad, ese detenernos está lleno de consciencia y contenido. Detenernos para abrazarnos, para tomarnos amorosamente de las manos, para mirarnos profundamente a los ojos y permanecer allí, con nosotros, latiendo en nuestro propio corazón. Es un regalo tenernos, así, frágiles, emocionales e "imperfectos", pero a la vez plenos de una increíble luz que emana de nuestra alma, desde ese estado de suma honestidad y humildad, es el poder de integrar, el poder del ser, el poder de ser todo.
Cuán duros hemos sido con nosotros mismos por haber olvidado que no necesitamos ser perfectos para ser amados, que no existe tal perfección. Pero podemos redireccionar esa dureza hacia el amor, de eso se trata este camino, estamos volviendo a nuestra raíz, aprendiendo a amar todo, sin dejar ninguna de nuestras partes fuera, sin abandonarlas, sin abandonarnos más.
Comments