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Practicando el Amor Incondicional

Amarte es dejarte ir, amarte es comprender tu proceso, respetar tu elección y soltarte a la vida, para que te encuentres, para que me encuentre, el que tú te pierdas hace que reconozca en mí mis partes perdidas, hace que retorne a mí y active mi poder, active mi propio amor, porque el no tenerte me muestra nuevamente mis heridas y me recuerda que soy la única que puede hacerse cargo de mi vida, si no estoy para mí no puede haber nada, no hay nada.

Aprender a confiar en el proceso de la vida, creer en la magia, aprender a tener certeza que lo que sucede es siempre lo mejor, aunque implique dolor, aunque implique atravesar mis miserias, porque en realidad en esas miserias me encuentro, esas miserias abren mi corazón, y quedo desnuda ante mí, sin ninguna máscara, quedo quebrada.

Abrazo el dolor que hoy me despierta y recuerdo que no tener ahora lo que quiero es mi mayor bendición, acepto y entrego, y continuo caminando, porque en este momento tengo lo que necesito, lo que realmente necesito. Y centro mi energía en estar presente, en agradecer esta vida que me colma de regalos constantemente y recuerdo que tenerme a mí misma es el verdadero regalo, para seguir reconociéndome y trascendiendo mis propios límites, para seguir creando, para seguir aprendiendo a estar en mí, y recuerdo que el amor implica dejarte ir y a la vez amarte, aunque no estés aquí, aunque hoy elijas otro camino lejos de mí, porque tu elección me está ayudando al reencuentro conmigo misma, a que renazca el amor desde mi propia raíz, desde donde realmente puedo darme y darte, desde donde me siento verdaderamente abundante, desde donde realmente puedo amarme, amarte y amar.




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