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Floreciendo

Saldrá el sol cuando verdaderamente comprendas que nunca nadie ha podido abandonarte, que cada quien carga con una pesada mochila llena de heridas y trastes, y va haciendo con ella lo mejor que puede.


Saldrá el sol cuando comprendas, cuando verdaderamente comprendas, que toda experiencia dolorosa que vive tu alma refleja partes en las que has puesto tu poder fuera, en las que has puesto el amor fuera, y si estamos en este mundo para experimentar a pleno el amor y reconectar con nuestra verdad y potencia, cómo no va a ser necesario atravesar situaciones que nos señalen lo que duele para aprender a acogerlo y trascenderlo, para movernos del lugar de víctima y empoderarnos, para realmente liberarnos, para aprender a asumir nuestra madurez emocional y espiritual.


Saldrá el sol cuando sientas profunda compasión por el lugar interno en el que hoy te encuentras y se encuentra el otro, cuando respetes y honres tu proceso, cuando respetes y honres su proceso, cuando abras tu corazón a pleno y veneres tu vida y su vida, porque siempre han sido lo mismo, el otro es un espejo de ti y muchas de tus partes, nunca hubo separación.


Saldrá el sol cuando percibas la belleza y la majestuosidad de la vida, y recuerdes lo bendecido que eres por el aire que respiras, por el vigor que habita en ti, porque tienes el regalo de despertarte cada día, por tu capacidad de sentir, de generar, de manifestar, eres el propio creador de tu vida y eres capaz de direccionar constantemente tu energía para hacer de ella tu propia obra de arte. Saldrá el sol, saldrá el sol, está sucediendo, más allá de la tormenta mira el hermoso cielo, está amaneciendo, y es inevitable que suceda porque liberarte de lo que has sentido que te ha aprisionado es el camino inequívoco de tu alma, es el camino de volver al amor.




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